martes, 24 de enero de 2012

Happy tree friends/Splendid x Flippy/NC-17.

1. You're just like all of the rest. Tabla Mindless self indulgence.

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Caelitus mihi vires~
~Capítulo 1~
Justicia triunfadora

La justicia prevalecerá.asegura Splendid, balanceando el dedo índice y sonriendo. Flippy, mientras tanto, se retuerce inútilmente. Sus manos están aseguradas con acero al cabezal de la cama de Splendid. Sus ojos brillan con malignidad y sus dientes están afilados. Es Diabólico o ya casi.
Pero Splendid no parece notarlo o importarle. Flippy le gruñe cuando se inclina sobre él. Se queda mudo, sin embargo, al ser su camisa abierta y su sudadera desgarrada en un segundo, sin que a Splendid le cueste nada.
La justicia ayuda a todos. Incluso a aquellos que son víctimas de sí mismos, antes que nada.
Flippy trata de romperle la espina aprisionando su cuello con las piernas. Y espera con espuma rabiosa en la boca a oír el "crack", más solo le llega la risa perezosa del héroe autodeclarado.
La justicia no puede ser derrotada por algo tan vano como la locura.
Separa los muslos de Flippy sin esfuerzo alguno, tampoco y este tiene miedo al notar lo cerca que están. Splendid le baja la bragueta y Flippy aúlla, sin que la ardilla voladora parezca comprenderlo en absoluto, ocupado como está, admirando su miembro que comienza a levantarse entre las manos azuladas.
La justicia es gentil con aquellos que se someten a sus reglas.Tampoco hay necesidad de ser más que rígido con los que deben ser obligados. Basta con poseer fortaleza suficiente.
Splendid le aferra el pene y le frota la cabeza hasta que la espuma es inevitable, por mucho que Flippy se retuerza, moviendo las caderas. Splendid lo mira con ternura y cuando alcanza el orgasmo que lo sacude por entero, ya con más cansancio que rabia y los ojos volviendo poco a poco a su tonalidad habitual, él se lame los dedos minuciosamente.
En definitiva, la justicia es algo grande...y esplendoroso. Nos quedamos mudos ante ella.
Flippy jadea. El dedo medio de Splendid se mete en su entrada y hace estragos indecentes. Su pulso es seguro y llega muy profundo. Diabólico y Flippy son uno en la confusión y el placer forzado.
Splendid sonríe orgulloso al terminar de probar el pasaje. Desabrocha los botones de su pantalón. Flippy se congela, sabiendo lo que sigue, sin poder creerlo. Splendid lo secuestró menos de media hora antes, cuando Diabólico tomó el poder, debido a una frecuente falsa alarma de guerra. Es un sargento, por supuesto, pero solía ser un soldado raso, torpe y sin condecoraciones de ninguna clase. Sufrió la humillación de servir como mujer a otros hombres inquietos y dominantes, cuando estaba en una posición inferior. Pero que eso le suceda ahora que es un adulto...
¡Detente! ¡Tú...enfermo!
A Flippy el insulto le sale débil. Ya casi en sus cabales, no es nadie para decir eso. Pero Splendid no hace caso. Le pasa la mano que no está tirando de su propio miembro, por los cabellos desordenados y cubiertos por sudor aún tibio. Sonríe al meterle los dedos en la boca. Y Diabólico emerge. Porque la idea de que lo cojan, no le gusta nada. Salvo en los métodos, Flippy está de acuerdo. Sus dientes se entierran en el pelaje de Splendid, que alza las cejas. Flippy degusta primero la sangre y luego el dolor, chillando. La carne de Splendid está intacta y este chasquea la lengua, sacudiendo la cabeza, acariciándole la mejilla. Dos colmillos partidos.
Mañana tendré que llevarte a ver a un especialista. Mañana. Ahora, debo ocuparme de la justicia...
Sus manos volvieron a bajar. Solo entonces, Flippy pudo apreciar la longitud y grueso de ese miembro, sonrojándose. Los viejos comandantes de la armada no podían compararse.
Splendid no estoca sin más. Se toma su tiempo para que Flippy se acostumbre a su tamaño, al acto que va a consumarse, sin duda por su bien, introduciendo la punta, viendo cómo el oso verde se retuerce, cerrando los ojos, arqueándose contra el colchón. Splendid le pasa el pulgar por el rostro, limpiándole una lágrima mezclada con sudor. Ya está la mitad envolviéndolo, un desgarre para Flippy y pronto, hasta la base.
Impartir la justicia...duele...-jadea Splendid, sin aire, embistiendo. Flippy chilla e insulta, golpeándose la cabeza en la almohada y azotando el aire con sus brazos amordazados. Es inútil. La fricción aumenta y el dolor cambia. Permanece como amargura, debajo de algo que se vuelve dulce.
Splendid termina al fin. Ha blandido su pene dentro de Flippy como si hubiera dado su mazazo de benévolo juez. Es cálido dentro suyo. Gotea cuando Splendid se tiende de rodillas a su lado, liberándolo. Peligroso sería si Flippy no estuviera tan...uterinamente saciado, con los ojos ya sin aristas afiladas y la forma del mundo vuelta a lo que es de veras, con nada más amenazador que él mismo, Diabólico, humillado y exhausto, disuelto en la inconsciencia mucho antes que quien lo engendró.
La justicia ha triunfado, ¿verdad que sí?
Flippy tiene las mejillas hinchadas y rojas. Splendid las acaricia y Flippy se sorprende asintiendo quedamente. Entonces, Splendid se emociona y lo abraza fuerte, besándole las partes cubiertas y descubiertas del uniforme desgarrado. Se duermen juntos. Flippy no tiene pesadillas en las que su voluntad se bifurca, llevándolo a jardines en donde los frutos son cabezas y corazones queridos. Splendid quizás no lo acepte nunca, pero es la primera vez en la que ha sido útil a alguien, fuera de su orgullo, que es casi una entidad aparte.
Al otro día, están tomados de las manos, el oso verde en la silla del dentista, Lumpy.
¿Están...juntos?pregunta el alce azul, que tiene sus principios y usará dos guantes en lugar de uno, si acaso debe tratar a...
¡Por la justicia!exclama Splendid, sacando pecho, con el puño derecho contra la cadera. Flippy solo sonríe. El sonido del torno se parece un poco al de un helicóptero, pero por suerte, hay un héroe inmortal que lo llevará en brazos a la salvación, porque para Splendid, Flippy no es más que una víctima dispuesta a salvar, como de costumbre, de la manera menos ortodoxa para algunos pero sin duda, la más efectiva a su ver. Por vez primera, tiene un trabajo placentero fuera de la cocina.
Capítulo 4:Balanza desquiciada~
Capítulo 5:Confrontar la separación [Final]

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