sábado, 28 de enero de 2012

Happy tree friends/Splendid x Flippy,Fliqpy x Splendid (non-con)/Rating NC-17.

5.You ain't no operator so who the fuck are you then? Tabla Mindless self indulgence.
~Caelitus mihi vires~
~Capítulo 5: Final~
Confrontar la separación

Se siente cada vez peor pero su mente está envuelta en las complicaciones del malestar y no puede razonar que tras la prolongada ausencia de Flippy y su regreso, está el motivo de que su fiebre aumente. Esa ardilla azul que es también un héroe se comporta como una esposa ingenua y sale de la cama con la ilusión haciendo brillar sus ojos, la bata roja abierta y el nombre de su marido en los labios enrojecidos. Tarda en darse cuenta de que Flippy presenta otro aire. Amenazante. Solo se convence cuando él le aferra el brazo y su mirada demente lo enfrenta.
Repite su nombre y comprende sin fuerzas que no sirve. Flippy ríe, apretándolo contra la pared, golpeándole el estómago, abriéndole la ropa, pateándolo entre las piernas, observándolo con deleite en cada contracción de dolor y falta de aire, antes de jalonearle los cabellos, arrancándole mechones, para obligarlo a dejarse arrojar hacia la cama. Flippy no. Es...
Los gemelos Raccoon me dijeron que eras muy permisivo, con los métodos apropiados, ¿eh?
Fliqpy se saca del bolsillo de la chaqueta militar, la nuez criptónica. La sostiene con una sonrisa afilada entre los dientes y también extrae el cuchillo de trinchera. Splendid lo mira horrorizado por encima de su hombro, forcejeando sin recompensas, a penas logrando contener el vómito. Igual que con...
Vamos a ver de qué me he perdido.
El hombre-oso le abre con la hoja un tajo en los pantalones de dormir, dejando sus piernas desnudas entre jirones. Splendid lo amenaza, pero sin su porte y superpoderes, eso solo hace reír a la personalidad alterna del soldado más amable de América.
Me incentivas, cabrón.
El mango de su daga prueba la entrada de Splendid, que trata de guardarse de gemir y sollozar. Sin éxito, ahogado contra la almohada, como un cliché. Pronto, esa forma incómoda lo abandona. Dos dedos brutales la substituyen. La risa es lo único que se oye en ese valle pacífico donde el mal solo parece florecer en el corazón de ese monstruo que ataca a Splendid. Oye de nuevo el movimiento de la tela de la chaqueta y el terror le arranca a Splendid una maldición de las más fuertes en su políticamente correcto léxico.
¿De veras pensaste que podías hacer algo por él? Hasta el marica sabe que eres marica.
La joya terrible se apoya en donde termina su espalda. La piel comienza a hincharse. Al darse vuelta, frenético, con los ojos que se le salen de las órbitas, literalmente, voltea a ver a su atacante, tosiendo, sin lograr frenar el cuero que se levanta y cae al suelo.
¡Fli...ppy!susurra estallando, cubriendo con rojo el tapizado, mientras que Fliqpy ríe y se masturba sobre sus restos, aún calientes.
Se ha despertado bañado en sudor helado. De nuevo. El sueño es una revelación, más que un recuerdo. Splendid ya está mejor pero duerme profundamente. Flippy se encargó de que quedara exhausto. Así puede hacer su maleta.
Entonces, eso pasó.
No podías evitarlo.-Splendid no lo miró a la cara al decirlo, pero lo rodeó con los brazos. Y Flippy supo que si bien, la debilidad suprema de Splendid no toca a la puerta todos los días, el que Fliqpy sepa que existe y cómo usarla, hace que todas sus fantasías de inmortalidad para con la relación que tienen, se derrumbe.
Puede que seas un fracaso para los demás, pero sí que eras mi héroe.susurra Flippy, sin que pueda oírlo más que el odioso inquilino dentro suyo, dejando la habitación, quizás para siempre o hasta que haya matado eso que lo obliga a lastimar todo lo que aprecia. Splendid no parece soñar nada, pero se mueve, tanteando el lugar de Flippy, encontrando un vacío entre las sábanas, sin distinguirlo aún. Flippy se va sin mirar más que una vez por encima de su hombro. La tentación es demasiado grande, en especial con Splendid luciendo tan vulnerable.

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